27/01/2025

La disociación: cuando la mente se desconecta de la realidad

Mujer con expresión de estrés y frustración sosteniéndose la cabeza frente a un gráfico de pérdidas con la palabra "Loss", representando el miedo al fracaso.

¿Alguna vez has tenido la sensación de estar «fuera de ti mismo»? ¿Como si estuvieras viendo una película de tu propia vida en lugar de vivirla? Si es así, es posible que hayas experimentado un fenómeno psicológico conocido como disociación. En este artículo, vamos a explorar qué es la disociación, por qué ocurre y cómo podemos manejarla.

¿Qué es exactamente la disociación?

Es posible que hayas escuchado frases como «me disocié y no recuerdo nada». Aunque el término se ha popularizado recientemente, la disociación es un fenómeno psicológico bien estudiado. La disociación es un mecanismo psicológico que implica una desconexión entre la mente de una persona y su realidad inmediata. Es como si nuestro cerebro decidiera «desenchufarse» temporalmente de lo que está sucediendo a nuestro alrededor.

Imagina que estás en una reunión aburrida y de repente te das cuenta de que has estado «en las nubes» durante los últimos cinco minutos. ¡Eso es una forma leve de disociación! Sin embargo, en casos más graves, la disociación puede interferir significativamente en la vida diaria de una persona.

Mujer sujetándose la cabeza con fuerza, con expresión de angustia, relacionada con la disociación.

¿Por qué ocurre la disociación?

La disociación suele ser una respuesta del cerebro ante situaciones de estrés intenso o trauma. Es como si nuestro cerebro activara un «modo de supervivencia» para protegernos de experiencias emocionales abrumadoras. Algunas causas comunes de la disociación incluyen:

Experiencias traumáticas en la infancia.

– Situaciones de abuso físico o emocional.

Eventos estresantes como accidentes o desastres naturales.

– Trastornos de ansiedad o depresión.

Es importante recordar que cada persona es única y puede experimentar la disociación de manera diferente. No hay dos experiencias de disociación exactamente iguales.

Síntomas de la disociación: ¿cómo se siente?

La disociación puede manifestarse de diversas formas. Algunos síntomas comunes incluyen:

  • Sensación de desconexión con el entorno
  • Sentirse como un observador externo de la propia vida
  • Dificultad para recordar eventos o información personal
  • Sensación de que el mundo no es real (desrealización)
  • Sentir que uno mismo no es real (despersonalización) 
  • Percibir alguna parte del cuerpo de manera extraña
  • Cambios en la percepción del tiempo

Tipos de trastornos disociativos

Cuando la disociación se vuelve crónica o severa, puede dar lugar a lo que conocemos como trastornos disociativos. Los más comunes son:

  • Trastorno de identidad disociativo. Anteriormente conocido como trastorno de personalidad múltiple, se caracteriza por la presencia de dos o más identidades o estados de personalidad distintos dentro de una misma persona. Cada identidad puede tener su propio patrón de comportamiento, memoria y pensamiento, y a menudo hay amnesia parcial entre ellas, lo que dificulta la integración de experiencias y afecta significativamente la vida diaria.
  • Amnesia disociativa. Se caracteriza por la incapacidad de recordar información personal significativa, comúnmente asociada a eventos traumáticos. Este fenómeno se manifiesta frecuentemente en situaciones de intenso shock emocional, como en casos de agresión sexual, donde muchas víctimas enfrentan dificultades para recordar con claridad el episodio o presentan lagunas en su memoria. 
  • Trastorno de despersonalización/desrealización. Implica sentimientos persistentes de desconexión del propio cuerpo, las emociones o el entorno, como si se estuviera observando la vida desde fuera o en un sueño. Aunque la percepción de la realidad permanece intacta, las experiencias pueden ser angustiantes y afectar las relaciones, el desempeño laboral o el bienestar general.

Es crucial recordar que estos trastornos son complejos y solo pueden ser diagnosticados por un profesional de la salud mental.

Persona con camiseta blanca, cabizbaja y con las manos sobre la cabeza en señal de sufrimiento, representando la disociación dentro de una habitación.

¿Cómo se trata la disociación?

Para abordar la disociación de manera efectiva, es fundamental adoptar un enfoque integral que puede incluir tanto la terapia psicológica como, en algunos casos, la medicación.

– Tratamiento psicológico

El tratamiento psicológico se centra en dos aspectos principales:

1. Exploración y resolución de la base del problema

La psicoterapia juega un papel crucial en este proceso. Dado que la disociación a menudo tiene sus raíces en experiencias traumáticas o situaciones de estrés intenso, es esencial:

Explorar las causas subyacentes de la disociación.

Identificar patrones de pensamiento y comportamiento dañinos.

– Trabajar en la resolución e integración de experiencias traumáticas de manera saludable.

2. Manejo de síntomas y mejora de la calidad de vida

Paralelamente, la terapia se enfoca en el presente, ayudando a la persona a desarrollar estrategias para manejar sus síntomas y mejorar su bienestar diario. Esto puede incluir:

Técnicas para reducir la ansiedad.

– Aprendizaje de métodos de relajación como mindfulness o relajación muscular progresiva.

– Práctica de técnicas de «grounding» para mantenerse conectado con el presente.

– Tratamiento farmacológico

En casos más severos, puede ser necesario considerar la administración de medicación de forma pautada y supervisada. Este enfoque farmacológico tiene como objetivo:

Estabilizar el estado emocional del paciente.

– Facilitar el trabajo terapéutico al reducir la intensidad de los síntomas.

– Proporcionar un apoyo temporal mientras se desarrollan habilidades de afrontamiento más sólidas.

Conclusión

Aunque la disociación puede ser una experiencia desconcertante, también puede ser una oportunidad para el crecimiento personal y el autoconocimiento. Al aprender a reconocer y manejar nuestras experiencias disociativas, podemos desarrollar una mayor conciencia de nuestros procesos mentales y emocionales.

Si te identificas con alguno de estos síntomas, no te alarmes. Recuerda que la disociación existe en un continuo, desde experiencias leves y cotidianas hasta formas más graves que pueden requerir atención profesional. Todos nos “disociamos” en algún momento y no es dañino. 

En Psicología Carmen Gómez, nos especializamos en crear planes de tratamiento personalizados que abordan tanto las causas raíz de la disociación como sus manifestaciones actuales, ayudando a nuestros pacientes a recuperar el control y mejorar su calidad de vida.

Si requieres comenzar a sentirte mejor, no dudes en ponte en contacto conmigo a través del correo electrónico info@psicologiacarmengomez, llamándome al número 623986449 o enviándome un mensaje de WhatsApp. Si no te lo cojo, es que estoy en terapia. Te devolveré la llamada en cuanto tenga un hueco. Estaré encantada de ayudarte en este proceso, ya sea en Fuengirola u online.

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