En nuestra sociedad, la cultura del consumo de alcohol se normaliza desde temprana edad, alrededor de los 13 años. Este hábito, arraigado en situaciones sociales y celebraciones, lamentablemente contribuye al desarrollo de posibles adicciones en el futuro. Como psicóloga en Fuengirola, a menudo atiendo a jóvenes que no son conscientes de que el alcohol es una droga con consecuencias sustanciales para la salud. En este contexto, es esencial abordar la problemática del delirium tremens, un síndrome asociado al consumo excesivo de alcohol.
Esta expresión, que engloba un estado severo de abstinencia, se manifiesta con síntomas físicos y psicológicos intensos. Es esencial reconocer la importancia de abordar este tema desde una perspectiva más informada y consciente, promoviendo hábitos de vida saludables y fomentando una cultura donde la responsabilidad en el consumo de alcohol sea prioritaria. ¿Quieres saber más? Sigue leyendo.
¿Qué es el deliriums tremens?
El delirium tremens, conocido como «delirio tembloroso», describe el cuadro agudo del síndrome de abstinencia vinculado al consumo habitual y excesivo de alcohol. Se trata de una forma grave de abstinencia alcohólica que desencadena cambios repentinos e intensos en el sistema nervioso. Este cuadro confusional agudo suele manifestarse entre 48 y 72 horas después de que los bebedores crónicos con dependencia física interrumpen el consumo.
Este trastorno surge como consecuencia de la brusca cesación del consumo de bebidas alcohólicas. Aunque puede originarse por el uso de benzodiazepinas y ciertas enfermedades, no todos los que experimentan síndrome de abstinencia llegan a sufrir delirium tremens. No obstante, este síndrome destaca como la forma más grave del síndrome de abstinencia por adicción al alcohol, afectando aproximadamente al 5% de los individuos en momentos de abstinencia abrupta. Un reconocimiento temprano de sus signos y síntomas es esencial para una intervención eficaz y la prevención de complicaciones severas.
Síntomas del delirium tremens
El delirium tremens se manifiesta con una serie de síntomas que pueden surgir entre 48 a 96 horas después del último consumo de alcohol, aunque en algunos casos se pueden presentar hasta 7 a 10 días después. Estos síntomas, que pueden empeorar rápidamente, abarcan desde agitación e irritabilidad hasta cambios severos en el estado mental.
Las personas afectadas experimentan temblores corporales, sueño profundo persistente, confusión repentina, excitación y fiebre. La sensibilidad a la luz, los sonidos y el tacto se intensifica, y se pueden observar rápidos cambios en el estado de ánimo, inquietud y estupor. Además, pueden presentarse convulsiones, siendo más comunes en las primeras 12 a 48 horas tras la última ingesta de alcohol, especialmente en aquellos con antecedentes de complicaciones por abstinencia alcohólica.
Los síntomas de abstinencia alcohólica, como ansiedad, depresión, fatiga, dolor de cabeza, insomnio, irritabilidad y pérdida del apetito, son comunes. A nivel físico, la persona puede experimentar dolor torácico y abdominal. Uno de los rasgos distintivos del delirium tremens es la desintegración de la conciencia, con alucinaciones visuales, auditivas y táctiles, así como delirios paranoicos.
Fases del delirium tremens
Se distinguen claramente las siguientes fases en el delirium tremens:
- Fase inicial. Se manifiestan síntomas vegetativos como ansiedad, taquicardia, mareos e insomnio debido a un aumento de noradrenalina en sangre.
- Fase intermedia (24 horas después). Los síntomas se intensifican con temblores incontrolables, sudoración intensa y posiblemente convulsiones.
- Fase definitiva (delirium tremens). Se experimenta una alteración de la conciencia llamada obnubilación, caracterizada por distracciones, confusión y profunda desorientación. Aparecen alucinaciones visuales, delirios, angustia, agitación, taquipnea, hipertermia y taquicardia.
Factores de riesgo de padecer delirium tremens
Según las investigaciones de Kopelman, el 90% de los casos de delirium tremens ocurre en individuos con una lesión hepática significativa. Aquellas personas que consumen grandes cantidades de alcohol de manera sostenida, bebiendo muchos litros todos los días y padeciendo el alcoholismo durante más de diez años, tienen una mayor probabilidad de experimentar este estado agudo de abstinencia alcohólica.
Adicionalmente, los pacientes alcohólicos suelen presentar una alimentación deficiente después de años de consumo de alcohol, lo que también se convierte en un factor de riesgo para el desarrollo de episodios de delirium tremens. Estos hallazgos subrayan la importancia de considerar la salud hepática, el tiempo de duración del alcoholismo y la nutrición en la evaluación de riesgos asociados a este trastorno.
Causas
El delirium tremens se manifiesta cuando se suspende abruptamente el consumo excesivo de alcohol, a menudo exacerbado por la falta de ingesta alimentaria. Esta condición también puede ser desencadenada por traumatismos craneales, infecciones u otras enfermedades, especialmente en aquellos con historial de consumo significativo de alcohol.
La prevalencia del delirium tremens es más notable en personas con antecedentes de abstinencia alcohólica, siendo más frecuente en aquellos que han mantenido un consumo diario de 4 a 5 copas de vino o 7 a 8 pintas de cerveza durante meses o incluso años.
¡Breve inciso! Si quieres seguir investigando sobre el delirium tremens , te recomendamos los siguientes estudios:
De acuerdo con la Universidad Pontificia de Colombia aproximadamente, 10% de las personas han sido afectadas por la dependencia del alcohol en algún momento de sus vidas.
La revista electrónica de psicología Iztacala realiza un interesante artículo sobre la relación entre la ansiedad y el tratamiento del alcoholismo “uno de los síntomas psicológicos más comunes, que impulsa a la persona a la recaída durante la fase de abstinencia es la manifestación de ansiedad”.
¿Cómo actuar con una persona que padece delirium tremens?
En caso de sospecha de delirium tremens, es esencial actuar de manera rápida y seguir algunos pasos clave:
- Llama a servicios de emergencia. Contacta a los servicios médicos de emergencia de tu región para obtener ayuda profesional y atención médica urgente.
- Permanece a su lado. No dejes sola a la persona afectada en ningún momento, ya que el delirium tremens puede provocar comportamientos peligrosos o convulsiones.
- Evita intervenir por tu cuenta. Dada la gravedad del delirium tremens, es crucial no intentar abordar la situación sin la asistencia de profesionales de la salud.
- Brinda información relevante. Si es posible, comunica a los servicios médicos detalles sobre el historial médico y el patrón de consumo de alcohol de la persona afectada.
- Mantén la serenidad. En la medida de lo posible, procura mantener la calma para tranquilizar a la persona afectada, considerando que el delirium tremens puede generar ansiedad y agitación.
- No suministres medicamentos sin supervisión. Evita administrar cualquier medicamento sin la supervisión de profesionales médicos, ya que esto podría tener consecuencias adversas.
Secuelas del delirium tremens
Como he comentado anteriormente, el delirium tremens representa un trastorno potencialmente peligroso que requiere atención inmediata para evitar daños irreversibles.
Las consecuencias significativas que pueden surgir son:
- Lesiones físicas. Caídas frecuentes que pueden resultar en daños graves.
- Autolesiones o daño a otros. La alteración del estado mental, caracterizada por confusión y delirio, puede resultar en comportamientos peligrosos.
- Convulsiones. Manifestaciones que aumentan el riesgo de complicaciones neurológicas.
- Problemas cardiovasculares. La taquicardia y la hipertermia pueden ejercer presión en el sistema cardiovascular, llevando a complicaciones cardíacas.
- Mortalidad. En casos no tratados, el delirium tremens puede ser fatal.
Tratamiento
El delirium tremens demanda atención inmediata. El tratamiento habitualmente involucra una combinación de medicamentos, atención de apoyo y vigilancia para prevenir posibles complicaciones. Aquí te dejo algunas opciones comunes para abordar delirium tremens:
- Benzodiazepinas. Estos fármacos son frecuentemente empleados para gestionar los síntomas del delirium tremens, incluyendo ansiedad, agitación y convulsiones.
- Reemplazo de líquidos y electrolitos. Dado que las personas con delirium tremens suelen experimentar deshidratación y desequilibrios electrolíticos, a menudo se requiere una reposición intravenosa para restablecer estos niveles y prevenir complicaciones.
- Apoyo nutricional. La desnutrición es común en individuos con delirium tremens, por lo que se precisa apoyo nutricional, como suplementos vitamínicos y una dieta adecuada.
- Atención de posibles complicaciones. Aquellos con delirium tremens tienen un riesgo elevado de desarrollar complicaciones como neumonía, sepsis e insuficiencia cardíaca. El monitoreo regular de signos vitales, niveles de oxígeno y análisis de sangre es esencial para detectar y controlar estas complicaciones.
- Apoyo psicológico. Las personas afectadas por delirium tremens requieren apoyo psicológico fundamental para manejar sus síntomas y prevenir recaídas. Este acompañamiento es esencial para garantizar una recuperación completa. A través de terapias psicológicas especializadas, se exploran y superan las causas subyacentes del consumo excesivo de alcohol, fomentando así la resiliencia emocional y proporcionando valiosas estrategias de afrontamiento. Este enfoque integral no solo contribuye significativamente a prevenir recaídas, sino que también promueve una recuperación duradera. Desde el centro Psicología Carmen Gómez en pleno corazón de Fuengirola me comprometo plenamente a ofrecer este apoyo integral, facilitando la transición hacia una vida libre de la dependencia alcohólica.
Si sientes que tu nivel consumo de alcohol está afectando negativamente tu vida o algún ser querido está pasando por dificultades relacionadas con el consumo de alcohol y no sabes cómo actuar, ponte en contacto conmigo a través del correo electrónico info@psicologiacarmengomez, llamándome al número 623986449 o enviándome un mensaje de WhatsApp. Si no te lo cojo, es que estoy en terapia. Te devolveré la llamada en cuanto tenga un hueco. Estaré encantada de ayudarte en este proceso.
