Es muy probable que hayas sido testigo de relaciones tóxicas en tu entorno, ya sea entre parejas, amigos, familiares o incluso puedas encontrarte en una relación tóxica en la actualidad. En esta entrada, te hablaré en detalle sobre las relaciones de pareja tóxicas para que puedas identificarlas y recibir algunos consejos prácticos sobre cómo afrontarlas.
¿Qué es una relación tóxica?
Una relación tóxica es una relación que resulta destructiva para ambos miembros involucrados. Las dinámicas que se establecen no son saludables, y pueden provocar malestar y dolor en uno o ambos miembros.
Lillian Glass, quien acuñó el término «relaciones tóxicas», las define como aquellas en las que «no existe un apoyo mutuo» y en las que «uno de los miembros busca dominar al otro en los conflictos que surgen dentro de la pareja». Si deseas obtener más información sobre cómo identificar y afrontar una relación tóxica, sigue leyendo.
¿Cómo saber si estoy en una relación tóxica?
No siempre es fácil detectar que te encuentras en una relación tóxica. Hay veces que es el entorno el que nos advierte sobre sus sospechas de que algo no va bien en la relación. Aquí te dejo algunas señales de alerta para reconocer si te encuentras en una dinámica dañina:
- Desconfianza constante: tu pareja piensa que le mientes y te controla en exceso.
- Control excesivo: supervisa tu comportamiento, gastos, forma de vestir, vida social, móvil, redes sociales, etc.
- Comparaciones: te compara constantemente con otras parejas o amigos.
- Culpa: ¿Siempre eres la culpable? ¿Consigue que te sientas responsable de todo lo que ocurre? Las personas tóxicas son expertas en darle la vuelta a la tortilla y volver todo contra ti.
- Aislamiento: te aleja de familiares, amigos y aficiones, dejándote sola.
- Críticas y chantajes emocionales: nada le parece bien y recurre a este tipo de artimañas para manipularte.
- Relaciones sexuales tóxicas: no se preocupa por tus deseos y disfrute, solo busca su propio bienestar.
- Nunca cede en nada: es muy posible que acabes tu dando la mano a torcer con tal de no montar un pollo y no generar mal rollo. Acabas haciendo lo que tu pareja quiere (quedándote en casa en lugar de ir a ese cumpleaños, no quedando con tal persona).
- Descalificaciones: te desacredita y desautoriza delante de los demás. “¿Pero qué estás diciendo?” “¿Solo sabes decir tonterías?” “Cállate que no sabes nada”.
- “Lo da todo por ti”: ¿Te recuerda constantemente todo lo que hace por ti y como se desvive para ti?
- Miedo constante: tienes temor a hacer algo que no le guste o que pueda generar conflictos.
¿Cuáles son las fases de una relación tóxica?
Las relaciones de pareja tóxicas suelen pasar por varias fases. La primera fase es la de idealización, en la que la pareja se ve a sí misma como perfecta y la relación como idílica. En esta fase, la pareja tiende a pasar mucho tiempo junta y a sobrevalorar las cualidades positivas del otro. Durante esta época “todo es perfecto”.
La segunda fase es la de tensión, en la que empiezan a surgir conflictos y desacuerdos. La comunicación se vuelve más difícil y hay un aumento en las discusiones y las peleas. La pareja puede sentirse más ansiosa e insegura.
La tercera fase es la de explosión, en la que se producen situaciones de abuso verbal, emocional o incluso físico. Puede haber episodios de gritos, insultos y violencia.
Finalmente, viene la fase de reconciliación, en la que la pareja trata de reconciliarse y volver a la fase de idealización. Esta fase puede ser peligrosa, ya que puede llevar a la persona afectada a creer que la relación es saludable y que los episodios de tensión y explosión son excepcionales.
Es importante tener en cuenta que no todas las relaciones tóxicas pasan por estas fases de manera lineal o en el mismo orden, pero es común que se presenten algunos de estos patrones de comportamiento. Es fundamental reconocer estos patrones para poder romper el ciclo y buscar ayuda para salir de una relación tóxica.
¿Cómo es una persona tóxica?
El perfil de una persona tóxica puede variar, pero por lo general tienen ciertas características que las definen:
- Controlador: Intentan controlar todo lo que sucede a su alrededor, incluyendo a su pareja, amigos y familiares. Les gusta sentirse en el poder y tomar decisiones por los demás.
- Manipulador: Suelen manipular emocionalmente a los demás para conseguir lo que quieren. Pueden utilizar la culpa, el miedo y la vergüenza para obtener su objetivo.
- Crítico: Constantemente encuentran fallos y defectos en los demás, incluyendo su pareja y amigos. Nunca parecen estar satisfechos con nada y se enfocan en lo negativo.
- Narcisista: Tienden a centrarse en sí mismos y en sus propios deseos y necesidades, sin considerar los sentimientos y necesidades de los demás. Les gusta recibir atención y reconocimiento constantemente, al igual que les cuesta escuchar y ponerse en el lugar del otro.
- Inseguro: Aunque parezcan seguros de sí mismos, en realidad suelen tener una autoestima baja y necesitan de la validación de los demás para sentirse bien consigo mismos.
- Cambiante: Pueden pasar de ser muy cariñosos y amables a ser crueles e insensibles sin previo aviso, lo que causa confusión y malestar en su pareja y amigos.
- Celoso: Sienten celos y envidia hacia la pareja o amigos de su pareja, incluso hacia sus propios amigos o familiares.
Es importante recordar que no todas las personas tóxicas tienen todas estas características, y que algunas personas pueden tener rasgos tóxicos en ocasiones sin ser consideradas tóxicas en general. Sin embargo, si se identifica con algunos de estos comportamientos en una relación, es importante buscar ayuda para evitar daños mayores.
¿Cómo se siente una persona que se encuentra en una relación tóxica?
Las personas que se encuentran en una relación tóxica suelen sentirse cada vez más pequeñas y pierden su propia identidad para adaptarse a la otra persona. Dejan de expresar sus pensamientos y deseos, y se colocan en segundo plano. Sienten que no son importantes y que sus necesidades y derechos no son relevantes. Experimentan tristeza, desilusión, debilidad, falta de ánimo y vacío emocional. A menudo dicen cosas como «No sé lo que me pasa, me cuesta reconocerme” “Yo no era así, no sé qué ha pasado». Se sienten bloqueadas y no saben cómo actuar o sentirse. Muchas personas experimentan problemas para dormir, pérdida del apetito y tensión constante.
Recuerda que reconocer estas señales y poner en marcha medidas para poner fin a la relación tóxica es fundamental para cuidar de tu bienestar y recuperar tu vida.
Secuelas de una relación tóxica
Las secuelas de una relación tóxica pueden ser profundas y duraderas. Las personas que han estado en una relación tóxica pueden experimentar una variedad de efectos negativos, tanto físicos como emocionales. Pueden sentirse ansiosos, deprimidos o tener problemas para confiar en los demás. También pueden experimentar problemas físicos como dolores de cabeza, fatiga crónica y problemas gastrointestinales. En algunos casos, las secuelas pueden durar años después de que la relación tóxica haya terminado. Por eso, es importante buscar ayuda para superar estos efectos negativos y trabajar para reconstruir la autoestima y la confianza en uno mismo.
¿Cómo salir de una relación tóxica?
Para salir de una relación tóxica, es importante tomar el control de la situación y buscar ayuda si es necesario. El primer paso es reconocer que se está en una relación disfuncional y tomar conciencia de los daños que esto está causando. Es necesario informarse sobre las características de una relación sana y aprender a identificar los patrones de comportamiento tóxicos.
Después de reconocer la situación, es importante trabajar en la mejora de la asertividad y las habilidades de comunicación y resolución de problemas en la pareja. También es fundamental centrarse en el autocuidado y ponerse en primer lugar. Esto implica aprender a escucharse a uno mismo y tomar decisiones que favorezcan nuestro bienestar.
Es necesario evaluar qué cambios son necesarios para recuperar nuestra identidad y mejorar nuestra calidad de vida. Esto puede incluir retomar el contacto con amistades, dedicar tiempo a aficiones y actividades que nos gusten, y establecer límites claros con la otra persona.
En algunos casos, puede ser necesario buscar apoyo profesional para superar las secuelas emocionales y psicológicas que una relación tóxica puede haber dejado en nosotros. En resumen, salir de una relación tóxica requiere de valor, determinación y un compromiso firme con nuestro propio bienestar y felicidad.
Si sientes que estás en una relación tóxica y necesitas ayuda para superar esta situación, te recomiendo que contactes con un profesional capacitado. Puedes contactar conmigo a través del correo electrónico info@psicologiacarmengomez.com, llamándome al número 608944280 o enviándome un mensaje de WhatsApp.
